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El crecimiento del turismo exige acciones urgentes y estructurales
por Emilio Izquierdo - CEO de MARAEY
Brasil cerró el año 2024 con un número récord de visitantes extranjeros. Según el Ministerio de Turismo (Mtur), casi 6,7 millones de personas tuvieron la oportunidad de descubrir la belleza natural y las atracciones culturales del país.
La expectativa es el crecimiento. Mtur también informa que, en enero de este año, el flujo de turistas internacionales a Brasil creció un 55% y rompió un nuevo récord: 1,48 millón de visitantes.
El gobierno brasileño es optimista y estima que en 2025 llegarán más de 7 millones de personas a Brasil y que se alcanzará la marca de los 10 millones en 2027. El ministro de Turismo, Celso Sabino, en una reciente entrevista a la prensa, evaluó que el PIB del turismo, actualmente en torno al 7%, alcanzará los dos dígitos.
Sin embargo, para que el sector alcance y supere esas expectativas, son necesarias acciones estructurales, según explica Emilio Izquierdo, CEO de MARAEY, un emprendimiento de lujo de alta gama en desarrollo aproximadamente a 45 kilómetros de la ciudad de Río de Janeiro, en la región del municipio de Maricá/RJ.
“Veo cinco cuellos de botella que deben ser abordados no sólo por las entidades públicas, sino también por los actores del sector hotelero, educativo, la aviación civil y los mercados de capitales”, destaca Izquierdo.
Para él, los puntos son la visibilidad internacional de Brasil; la falta de conectividad aérea; la falta de ofertas de alto nivel; estructurar el mercado financiero para garantizar más inversiones en el sector turístico y, finalmente, la necesaria reformulación y aumento de la formación profesional.
La mala imagen de Brasil en el exterior, particularmente en términos de seguridad pública, tiende a alejar a los potenciales turistas, dice Izquierdo. “Para ayudar a resolver este problema, necesitamos asegurar mayores acciones de comunicación y publicidad con el mensaje de que Brasil es un país propicio para el turismo”, afirma. “Los buenos resultados del sector indican que vamos por buen camino. Sin embargo, se necesita aún más inversión de las entidades públicas, además de una mayor coordinación entre el gobierno federal, los gobiernos estatales y los municipios”, afirma el director ejecutivo. La prensa también juega un papel fundamental en este escenario al publicar buenas noticias del sector, dando aún más protagonismo a este importante mercado, añade.
La mala conectividad aérea de los principales destinos brasileños es un serio obstáculo para que los turistas extranjeros, especialmente aquellos que vienen de lejos, puedan conocer este maravilloso país. “Por eso necesitamos más vuelos a Brasil, vuelos directos con menos conexiones, mejorando la experiencia turística”, afirma.
“El tercer cuello de botella es que hay una falta de hoteles de alta gama y resorts con todo incluido en Brasil”, dice Izquierdo. “Además, falta una mayor penetración de las grandes marcas hoteleras globales y más opciones de experiencias únicas dirigidas a turistas con mayor poder adquisitivo”, analiza el CEO de MARAEY. En un mundo globalizado, Brasil compite con varios otros destinos que buscan la misma cuota de mercado. Por lo tanto, la solución sería, entre otras cosas, atraer a las marcas más exclusivas del mundo para que se establezcan en Brasil y comiencen a ofrecer el nivel esperado de hospitalidad, asegurando que el país esté entre las opciones para las agencias de viajes premium y los operadores turísticos globales, concluye.
Para Izquierdo, la pieza que puede ayudar a solucionar el reto mencionado también se considera un cuello de botella en sí misma. Es necesario abordar las grandes estructuras de capital en el sector turístico, con la participación tanto de inversionistas calificados como de instituciones financieras. Esto garantizará una mayor variedad de opciones para obtener recursos que permitan la construcción de nuevos hoteles y complejos turísticos, además de mejorar la infraestructura turística existente.
Finalmente, el último cuello de botella al que nos enfrentamos es la falta de mano de obra cualificada para trabajar en el sector de la hostelería. “Este sector se diferencia de otros de la economía porque tenemos una interfaz directa, cercana y continua con los turistas”, afirma Izquierdo. “Ya sea al momento de registrarse o al atenderle en el restaurante, la calidad de esta interacción es vital para una experiencia positiva”, añade.
La solución, según el director general de MARAEY, sería aumentar y mejorar significativamente los cursos de formación en todo el país, lo que garantizaría profesionales más cualificados y con mejores remuneraciones. “Es una situación en la que todos ganan”, afirma Izquierdo. “El turista sale ganando, ya que recibe un mejor servicio; el empresario, que tiene menor rotación de personal en su equipo; y el profesional, con más experiencia y un salario más alto”, concluye.